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miércoles, 12 de agosto de 2009

Tiempo y Reloj


Me ha llegado desde el blog 'imagina tu vuelo' una entrevista a una persona de la etnia Tuareg, y me ha parecido muy constructiva de leer, así que, sin más preámbulos, la transcribo ahí abajo.


*********


Entrevista realizada por VÍCTOR-M. AMELA a:
MOUSSA AG ASSARID.

No sé mi edad: nací en el desierto del Sahara, sin papeles...!

Nací en un campamento nómada tuareg entre Tombuctú y Gao, al norte de Mali. He sido pastor de los camellos, cabras, corderos y vacas de mi padre. Hoy estudio Gestión en la Universidad Montpellier. Estoy soltero. Defiendo a los pastores tuareg. Soy musulmán, sin fanatismo

- ¡Qué turbante tan hermoso...!

- Es una fina tela de algodón: permite tapar la cara en el desierto cuando se levanta arena, y a la vez seguir viendo y respirando a su través.

- Es de un azul bellísimo...

- A los tuareg nos llamaban los hombres azules por esto: la tela destiñe algo y nuestra piel toma tintes azulados...

- ¿Cómo elaboran ese intenso azul añil?

- Con una planta llamada índigo, mezclada con otros pigmentos naturales. El azul, para los tuareg, es el color del mundo.

- ¿Por qué?

- Es el color dominante: el del cielo, el techo de nuestra casa.

- ¿Quiénes son los tuareg?

- Tuareg significa "abandonados", porque somos un viejo pueblo nómada del desierto, solitario, orgulloso: "Señores del Desierto", nos llaman. Nuestra etnia es la amazigh (bereber), y nuestro alfabeto, el tifinagh.

- ¿Cuántos son?

- Unos tres millones, y la mayoría todavía nómadas. Pero la población decrece... "¡Hace falta que un pueblo desaparezca para que sepamos que existía!", denunciaba una vez un sabio: yo lucho por preservar este pueblo.

- ¿A qué se dedican?

- Pastoreamos rebaños de camellos, cabras, corderos, vacas y asnos en un reino de infinito y de silencio...

- ¿De verdad tan silencioso es el desierto?

- Si estás a solas en aquel silencio, oyes el latido de tu propio corazón. No hay mejor lugar para hallarse a uno mismo.

- ¿Qué recuerdos de su niñez en el desierto conserva con mayor nitidez?

- Me despierto con el sol. Ahí están las cabras de mi padre. Ellas nos dan leche y carne, nosotros las llevamos a donde hay agua y hierba... Así hizo mi bisabuelo, y mi abuelo, y mi padre... Y yo. ¡No había otra cosa en el mundo más que eso, y yo era muy feliz en él!

- ¿Sí? No parece muy estimulante. ..

- Mucho. A los siete años ya te dejan alejarte del campamento, para lo que te enseñan las cosas importantes: a olisquear el aire, escuchar, aguzar la vista, orientarte por el sol y las estrellas... Y a dejarte llevar por el camello, si te pierdes: te llevará a donde hay agua.

- Saber eso es valioso, sin duda...

- Allí todo es simple y profundo. Hay muy pocas cosas, ¡y cada una tiene enorme valor!

- Entonces este mundo y aquél son muy diferentes, ¿no?

- Allí, cada pequeña cosa proporciona felicidad. Cada roce es valioso. ¡Sentimos una enorme alegría por el simple hecho de tocarnos, de estar juntos! Allí nadie sueña con llegar a ser, ¡porque cada uno ya es!

- ¿Qué es lo que más le chocó en su primer viaje a Europa?

- Vi correr a la gente por el aeropuerto.. . ¡En el desierto sólo se corre si viene una tormenta de arena! Me asusté, claro...

- Sólo iban a buscar las maletas, ja, ja...

- Sí, era eso. También vi carteles de chicas desnudas: ¿por qué esa falta de respeto hacia la mujer?, me pregunté... Después, en el hotel Ibis, vi el primer grifo de mi vida: vi correr el agua... y sentí ganas de llorar.

- Qué abundancia, qué derroche, ¿no?

- ¡Todos los días de mi vida habían consistido en buscar agua! Cuando veo las fuentes de adorno aquí y allá, aún sigo sintiendo dentro un dolor tan inmenso...

- ¿Tanto como eso?

- Sí. A principios de los 90 hubo una gran sequía, murieron los animales, caímos enfermos... Yo tendría unos doce años, y mi madre murió... ¡Ella lo era todo para mí! Me contaba historias y me enseñó a contarlas bien. Me enseñó a ser yo mismo.

- ¿Qué pasó con su familia?

- Convencí a mi padre de que me dejase ir a la escuela. Casi cada día yo caminaba quince kilómetros. Hasta que el maestro me dejó una cama para dormir, y una señora me daba de comer al pasar ante su casa... Entendí: mi madre estaba ayudándome...

- ¿De dónde salió esa pasión por la escuela?

- De que un par de años antes había pasado por el campamento el rally París-Dakar, y a una periodista se le cayó un libro de la mochila. Lo recogí y se lo di. Me lo regaló y me habló de aquel libro: El Principito. Y yo me prometí que un día sería capaz de leerlo...

- Y lo logró.

- Sí. Y así fue como logré una beca para estudiar en Francia.

- ¡Un tuareg en la universidad. ..!

- Ah, lo que más añoro aquí es la leche de camella... Y el fuego de leña. Y caminar descalzo sobre la arena cálida. Y las estrellas: allí las miramos cada noche, y cada estrella es distinta de otra, como es distinta cada cabra... Aquí, por la noche, miráis la tele.

- Sí... ¿Qué es lo que peor le parece de aquí?

- Tenéis de todo, pero no os basta. Os quejáis. ¡En Francia se pasan la vida quejándose! Os encadenáis de por vida a un banco, y hay ansia de poseer, frenesí, prisa... En el desierto no hay atascos, ¿y sabe por qué? ¡Porque allí nadie quiere adelantar a nadie!

- Reláteme un momento de felicidad intensa en su lejano desierto.

- Es cada día, dos horas antes de la puesta del sol: baja el calor, y el frío no ha llegado, y hombres y animales regresan lentamente al campamento y sus perfiles se recortan en un cielo rosa, azul, rojo, amarillo, verde...

- Fascinante, desde luego...

- Es un momento mágico... Entramos todos en la tienda y hervimos té. Sentados, en silencio, escuchamos el hervor... La calma nos invade a todos: los latidos del corazón se acompasan al pot-pot del hervor...

- Qué paz...

- Aquí tenéis reloj, allí tenemos tiempo.


*********

Salud para ti y los tuyos.

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8 comentarios:

Blogger Jordi Gascon ha dicho...

Buena esta entrada )))

Un abrazo
Jordi Gascon

12 de agosto de 2009, 15:02  
Blogger Amaia Echaide ha dicho...

Hola Silvano!, conmovedora esta entrevista. Anima a replantearse cómo mirar el día a día de uno mismo. Gracias por compartirla. Espero que nos veamos pronto con motivo de la Plataforma que se está pasando el verano tan deprisa.... Un abrazo grande y hasta pronto!

12 de agosto de 2009, 19:52  
Blogger Silvano Baztán ha dicho...

¡Hola, Jordi! No es fácil que una persona del 'primer mundo' se entere de cómo se vive la vida más allá de sus narices...

Salud para ti y los tuyos.

12 de agosto de 2009, 23:01  
Blogger Silvano Baztán ha dicho...

¡Hola, Amaia! Como le comentaba a Jordi, solemos pecar bastante de 'miopía' a la hora vivir lo cotidiano. La situación global amerita (me gusta este vocablo americano) una nueva y más global visión del ser humano en el mundo...

A ver si nos podemos reunir en la Plataforma sin tardar excesivamente, pues el verano sí que va rapidito...

Salud para ti y los tuyos.

12 de agosto de 2009, 23:04  
Blogger Sergio ha dicho...

Bellísima forma de contemplar la vida, yo viví hasta la juventud en el campo cuidando vacas y sembrando algodón y así es la vida, simple sencilla y bella.

Desgraciadamente emigra uno a la ciudad a estudiar y tienes una profesión pero ya no vives, solo trabajas como loco con prisa.

Buena reflexión que nos invita a replantear la forma en que vivimos.

Un saludo

13 de agosto de 2009, 17:00  
Blogger Silvano Baztán ha dicho...

¡Hola, Sergio! Si nos dejamos llevar por las circunstancias (¡¡y qué fácil es!!), perdemos ese tiempo tan valioso que nos acerca a nosotros mismos...

Salud para ti y los tuyos.

13 de agosto de 2009, 18:19  
Blogger AgatSaraswati ha dicho...

¡Que hermosa y conmovedora entevista llena de Sabiduría!
Nosotros alejados de la profundidad de nuestro propio SER, ¡a ver si somos capaces de retornar a EL con mas CONSCIENCIA!
Un abrazo

13 de agosto de 2009, 18:23  
Blogger Silvano Baztán ha dicho...

¡Hola, AgatSaraswati! Esta persona de la tribu Tuareg nos da una pista para poder llegar a ser consciente de nuestro Ser: el silencio, la escucha, la calma...

Algo muy diferente a lo que habitualmente rodea el llamado 'primer mundo'. Así va como va...

Salud para ti y los tuyos.

13 de agosto de 2009, 19:31  

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