El Arte de Vivir

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lunes, 30 de abril de 2012

Sorpresas y cambios

Y el tiempo sigue acelerándose (por lo menos, en mi percepción  subjetiva). No es mi intención dejar pasar tanto tiempo entre entrada y entrada en el blog..., pero la realidad insiste machaconamente y mi atención se deriva hacia otros temas. Hoy me voy a referir a unos cuantos cambios y alguna sorpresilla en el camino.




Tras la gira artística con el Orfeón Pamplonés (con un altibajo interpretativo evidente sufrido sorpresivamente en Barcelona que desdibujó el éxito rotundo y general de la misma) y un catarrito posterior, se sucede el cambio de partituras: ahora llega el momento final de "la Atlántida" (de Manuel de Falla) y "Carmina Burana" (de Carl Orff), preparando la visita a Nueva York a finales de Mayo, con la especial característica de que esta última obra va de memoria... Se juntan en este concierto varias cuestiones:
  • No es moco de pavo cantar en el "Lincoln Center" en Nueva York.
  • La siempre interesante relación artística con uno de los grandes directores de orquesta del panorama mundial: Rafael Frübeck de Burgos.
  • La dificultad añadida de memorización (sí, sí, va de memoria) de una obra como los "Carmina Burana" de Carl Orff. 

Según mi entender, estamos viviendo en unos momentos planetarios de cambio. Cambio que se está produciendo, le pese a quien le pese, y ninguna resistencia, aunque todas son "legítimas" en el plano espiritual, va a impedir que se lleve a cabo.

Como podéis saber las personas que me leéis con cierta frecuencia, he sido coordinador del grupo Salud del movimiento verde a nivel estatal, primero formando parte de la Coordinadora Verde y, después, renombrándonos con la marca Equo. Desde mi particular forma de concebir lo sanitario, integrado con la realidad del ser humano y no desde percepciones reduccionistas, simples, consecuencia de ver el cuerpo como un algo separado del psiquismo, he peleado para que sean tenidos en cuenta por el grupo otros procedimientos que actualmente ayudan a las personas a buscar su salud, independientemente de la toma de fármacos.



Pues es como si mentara a "la bicha". En cada ocasión en la que he introducido el tema por diferentes motivos (programas electorales, apoyos a colectivos de pacientes...), sistemáticamente surgen miembros del grupo que torpedean todo aquello que no tenga el sello de "calidad" de la Ciencia. Y es que, no nos engañemos, el actual sistema científico (generalizo pero sé de intentos de muchos científicos en dar pasos hacia adelante) está encorsetado en la máxima del cartesianismo: "pienso luego existo". Todo lo que no se pueda medir, dimensionar de cualquier manera, reproducir en las misma condiciones por diferentes personas..., no existe. Así de claro.

Bueno, pues ya ha llegado mi momento de despedirme de ser estandarte en ese ámbito y he dejado el puesto de coordinador del grupo. Ya me vale como experiencia. Como he comentado en alguna de mis intervenciones en ese foro, el terreno todavía no está maduro para el cambio... Y a nivel político, se sigue mirando a cuestiones que, aunque importantes (reparto de oportunidades, servicio sociales, gestión equitativa de recursos...), no enfocan el visor hacia los puntos más interesantes para propiciar un cambio social: contemplar a los seres humanos como un todo e integrado en la propia sustancia del planeta en el que vivimos.




El viernes pasado, San Miguel de Aralar visitó mi pueblo. No es una alucinación, no. Se trata de una tradición el que dicha imagen recorra anualmente la geografía navarra. El sacerdote que acompaña a la imagen no tiene desperdicio. Su presencia física y su hablar tosco, recio, cercano, campechano, integrado en las gentes del lugar, nos podría trasladar unos cuantos siglos atrás...

Un "curioso" ritual repetido por el capellán os podéis imaginar el número de veces a lo largo del calendario anual, en el que se rezan oraciones en el atrio de la iglesia del lugar orientados todos presentes (capellán, parroquianos, y los portadores del relicario de San Miguel y la cruz parroquial) a los cuatro signos cardinales, con el beso de recibimiento y despedida entre la figura del arcángel y la cruz procesional del sitio visitado, y la posterior bendición a los campos del lugar, hacen de este evento algo digno de presenciar.




Anteayer, nos reunimos las familias del colectivo de la escuela Tximeleta, a modo de convivencia, en el albergue de una localidad de 150 habitantes del Norte de Navarra, Uitzi. Agua, agua, agua..., y más agua (este mes de abril parece que quiere compensar la sequedad vivida durante el otoño e invierno pasados...). Saco a colación este evento de la convivencia porque, para ir preparado para esa climatología, fui provisto de unas poderosas botas de montaña-trekking que compré hace unos 10 años con la brillante idea de hacer el Camino de Santiago (tema todavía pendiente).




Cuál fue mi sorpresa (¡¡¡oh, sorpresa!!!) cuando comprobé que, literalmente, mis suelas se estaban desintegrando por momentos. Como lo oís. Además de ir dejando un rastro de caucho allá por donde iba, pude compartir la experiencia con muchas otras personas que contaron experiencias parecidas, tanto en calzado de uso continuado como con calzado fielmente guardado en el zapatero de casa...




La situación se produjo en las dos suelas a la vez, por lo que el diagnóstico es claro: algunos productos se fabrican hoy en día para que tengan una fecha de caducidad, quieras o no quieras, uses o no uses... Ya sabía de la política industrial de la muerte "con plazo fijo" relacionada con el uso del producto (bombillas, aparatos de todo tipo, ropa...), pero no podía salir de mi asombro cuando levantaba un pie y veía semejante espectáculo... Ya os contaré la respuesta del zapatero cuando vaya a preguntarle si lo de mi calzado tiene remedio... ¿Hasta cuándo vamos a tolerar este tipo de situaciones respecto a la Industria y sus políticas de negocio?

Salud para ti y los tuyos.

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sábado, 10 de marzo de 2012

La Polaridad en el Ser Humano


No me suele gustar demasiado la adscripción de temas concretos (y, hoy en día, de lo más variados) a fechas concretas. Sobre todo, porque se tiende a alojar en una única fecha el reconocimiento a esa realidad que, debería estar ahí, latente y sobrenadando, durante todo el año.




Quizá uno de los días más emblemáticos a nivel global, y con más protagonismo mediático y social, es el "día de la mujer trabajadora". Aprovecho, pues, lo reciente de la fecha, para reconocer el valor de la mujer como una de las dos formas de ser humano, como producto excelso dentro de un muestrario interminable, por lo variopinto, de encarnar el principio femenino en esta vida mundana que nos toca vivir.

¿Qué sería de la Humanidad sin la realidad centrada y equilibrada de ambos principios polares, el masculino y el femenino? Bueno, pues, asomaos a las ventanas de la realidad y observaréis lo que hay, cómo está el panorama... Aun reconociendo que la sociedad, en su conjunto, va avanzando en la correcta recolocación de los dos patrones diferenciados de ser humano (hombre y mujer), debemos ser conscientes de que la velocidad de este proceso no va al ritmo que sería más idóneo de cara a la equiparación de estas dos realidades.


Pero eso de la equiparación entre las realidades "hombre" y "mujer"..., ¿qué es? Y es que ahí, ya, comienzan los desencuentros en los integrantes de la sociedad.¿Cómo podemos igualar dos realidades tan dispares? Se me ocurre que las cosas irían de otra manera si anteponemos, colocando en primera fila de esta "confrontación", una actitud con dos componentes importantes: el respeto y la aceptación.

Curiosamente, he elegido (mejor dicho, he "regurgitado") dos palabras de género diferente (masculino y femenino). ¿Casualidad?, ¿coincidencia?, ¿sincronicidad? Esta cuestión, de primeras, me trae a la consciencia la difícil tarea de adecuar el lenguaje (y hablo del castellano) para que nadie, ningún integrante de los dos géneros, se sienta ofendido. Este tipo de situaciones, a menudo, raya lo absurdo (para mí, claro). Si queréis y tenéis tiempo y ganas para marear la perdiz, podéis leer cuestiones al uso tras estos enlaces (1, 2, 3,...).

Pero es que el tema es mucho más profundo que el hecho de quedarnos mareando la perdiz y liarnos a tortas y atrincherarnos en posturas inamovibles en el uso del lenguaje (y eso que considero que el lenguaje es "sagrado", y que tiene un poder insospechado en manos de la persona que se dedica de forma inconsciente a, no ya regurgitar, sino vomitar palabras como poseso...).


En el plano de la existencia en la que estamos viviendo, están presentes y funcionan dos principios polares, diferentes y complementarios: una realidad femenina y otra realidad masculina. Y esto me lleva a honrar y descubrirme frente a la sabiduría de la Tradición China, con su Cosmogonía (su idea de la realidad universal), puesto que al estudiar en mis tiempos mozos Medicina Tradicional China, aprendí que desde la Unidad (la llaman "Tao") la realidad se aboca a dos polaridades (Yin y Yang), en un incesante movimiento entre ellas...

Una de las grandes enseñanzas subyacente en esas bases de pensamiento es que dentro del máximo Yin hay una semilla de Yang, y ocurre lo mismo en la otra polaridad. Y esto sería bueno poderlo identificar en todas y cada una de las distintas realidades de nuestra vida: ¿existe el "Bien" sin mancha?, ¿acaso existe el "Mal" sin siquiera una mota de bondad? ¿Cómo sería posible la identificación del "Bien" si no hubiera, en contraposición, un "Mal" al que compararlo? Entonces, ¿nuestra finalidad sería combatir el Mal? Estoy seguro de que la cosa no va por ahí.

Sería oportuno, asimismo, observar las características que conforman "lo masculino", y las que conforman "lo femenino" (los chinos seguirían hablando en términos de energía "Yang" y "Yin", respectivamente). ¿Cuál es mejor? Está claro que hoy día, muchas mujeres, desde su posición de segunda fila en el orden social sustentado por los varones (y ya no digo "hombres" porque estaría incluyendo en este término también ahí, como seres humanos, a las mujeres...), repito, muchas mujeres, hoy en día, preferirían integrar el bando de los varones...

La realidad es que no puede subsistir ninguno de los principios polares sin el otro. Así, desde la complementación de funciones, siendo diferentes en la forma, en las características constitutivas de ambos principios, lo masculino y lo femenino deben ser respetados y aceptados con sus peculiaridades genéricas.


¿Hacia dónde nos dirigimos? Mi creencia es que estamos aquí, en este mundo, para alcanzar la maestría en la vivencia de los opuestos, de las polaridades..., para llegar, finalmente, a trascenderlas. Es como el tema del "ego". Cuando oigo repetidamente (desde corrientes "new age" o desde personas que beben sin medida en fuentes de sabiduría oriental) que el ego hay que desdibujarlo, hacerlo desaparecer..., siempre repito lo mismo: Ésa es la última etapa, pero para conseguirla debemos vivir con el ego que hemos construido, sabiendo dominar cada una de sus características individuales, para sacar el máximo beneficio de él y no para escudarnos en sus mecanismos de defensa neuróticos (que también nos facilita atentamente).

Todos tenemos una energía femenina y una energía masculina, tanto seamos varones como mujeres. Unos tenemos más sensibilidad que otros, más fuerza bruta, más tesón, más compasión, más... (lo que queráis añadir). ¿Y qué hacer con estos componentes inherentes a cada ser humano? Pues tendremos que reconocerlos en cada uno de nosotros y aceptarlos, tal y como  somos. Eso no es empecinarnos en posturas inamovibles (como en las trincheras que antes he descrito) sino propiciar la fusión de ambas realidades. Personalmente, me dedico profesionalmente a ayudar a las personas a realizar este trabajo de autoidentificación, de autoconocimiento, dentro de un proceso que genera autosanación.


Y, para vivir adecuadamente este proceso individual, convivimos con nuestros semejantes, en forma de pareja, padre, madre, hermanos, hijos, vecinos, amigos, compañeros de trabajo o de entretenimiento... Ahí, cada día, tenemos la posibilidad de mirarnos a los espejos que ellos son, reconocernos, aceptarnos, y poder modificar el espectro que nos parezca más adecuado, más apetecible, de cara a ser mejores seres humanos (..."macho y hembra los creó...").

Desde aquí mi recuerdo y mi reconocimiento a esas mujeres que sufrieron y murieron en ese telar de Nueva York en un 8 de Marzo de no hace tanto tiempo (un siglo), y que sirvió para que otros seres humanos tomaran esta fecha como estandarte y se empeñaran en avanzar como una Humanidad unida hacia un proceso de trascendencia "hermafrodita". Aunque hoy día se cuestiona el propio origen del mito del 8 de Marzo (podéis leer sobre ello aquí), aprovecho para rendir homenaje, desde el respeto, a cada mujer con la que me he cruzado en mi vida... Y a la primera a la que rindo homenaje es a mi madre (aunque no sea el "día de la madre", je-je), sin cuya colaboración, mi persona no habría tenido la oportunidad de vivir esta vida. Gracias.

Salud para ti y los tuyos.

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jueves, 13 de octubre de 2011

Alejandro Jodorowsky



Hace unos pocos días, Cristina, una convecina que actualmente está en México DF, me envió un mensaje (gracias por compartir) en el que me informaba de un acto multitudinario que se estaba preparando en DF para hacer consciente a la población de los asesinatos sucedidos en esa zona del mundo.

Debo confesar que el mensaje que me envió Cristina se ha desvanecido (¿abducido?) cuando ahora mismo he ido a buscarlo para documentarme sobre la fecha del evento y poder tomar un enlace a una entrevista muy interesante que Alejandro Jodorowsky ha concedido a una televisión chilema.

Bueno, como todavía tenemos a "San Google" a nuestro servicio, he conseguido acceder a una página de Facebook ("Marcha de las Calaveras") y al vídeo de la entrevista comentada más arriba. He intentado descargarme la información para poder colocar directamente el vídeo en este blog pero no me ha sido posible...

Si me permitís, voy a hacer una breve (¿lo conseguiré esta vez?) introducción al evento y al personaje que lo ha diseñado.
 

Se cuenta en unos 40.000 las personas asesinadas en México desde 2006, desde el advenimiento del presidente Calderón, a causa de la droga y sus cárteles. Alejandro Jodorowski, un ser polifacético (escritor, cineasta, tarotista, sanador...) nacido en Chile, hacedor del arte de la Psicomagia, ideó que sería muy interesante y beneficioso, que 40.000 personas vestidas con disfraces de calaveras, esqueletos o similar, se hicieran presentes en las calles de DF en una marcha pacífica para generar consciencia de lo que son 40.000 personas asesinadas y favorecer el cambio energético necesario respecto a este luctuoso hecho. El evento va a tener lugar el 27 de Noviembre de 2011, y el recorrido callejero ya está diseñado aunque pueda haber alguna modificación.


Sé que decir esto solamente, más que informar, puede descolocar a las personas que lean esta entrada..., pero sería bueno, si el asunto generara la suficiente curiosidad, que fuerais a informaros más directamente sobre el personaje (Alejandro Jodorowski). Hace ya unos años, Susana (gracias por compartir) me trajo la noticia de su existencia y de la Psicomagia. Leí varios libros en los que de forma autobiográfica, el autor relataba su peculiar y atormentada niñez, y los sucesivos pasos que le llevaron al mundo de la Sanación y a la Psicomagia. Un personaje realmente interesante.



Bueno, pues para facilitar un primer contacto con Alejandro Jodorowski, podéis clicar el enlace que os he puesto más arriba al vídeo de la entrevista, muy bien llevada, por cierto, por el entrevistador (Cristián Warnken), en la que vemos a un octogenario Alejandro Jodorowsky con aspecto y vitalidad de sexagenario.

Aunque se dice que para gustos..., los colores; y cada cual puede resonar o no con el mensaje que transmite, éste me parece muy puro. Según mi modo de ver la vida, sus palabras resuenan con grandes verdades, seamos o no discípulos del eminente Carl Jung... Os invito a una visión reposada. Son 58 minutos de tu vida que estarás utilizando de manera muy provechosa.

Salud para ti y los tuyos.

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jueves, 3 de febrero de 2011

¿Qué necesitamos para Sanar?

A través de varios amig@s (gracias a tod@s), me ha llegado una entrevista que Ima Sanchís ha realizado en su sección "La Contra" del diario "La Vanguardia" a Joan Ramón Laporte, el jefe de Farmacología del Hospital Vall d' Hebrón de Barcelona. Ya el título de la entrevista ("Las medicinas curan o causan cualquier enfermedad") causa un posible efecto "perturbador" en aquellas personas que no tengan información sobre el tema.

Y es que hace falta dos narices, un par de testículos y algún ovario..., para decir lo que dice..., desde la autoridad del puesto que ocupa. No es un "mangarrán" de estos "naturistassss" (notad el acento despectivo que se suele utilizar en esta palabra en las situaciones cuando no se sabe cómo defender una opción) que se le ocurre decir cualquier cosa, no.

Uno de los blogs que se ha hecho eco de esta entrevista y de más cuestiones en relación con el tema es Arsenio Escolar en su blog "20minutos.es". En su entrada, relaciona el tema de los fármacos con la vertiente económica del "gasto sanitario". Y es que, aunque en los últimos meses, parece que se va conteniendo el gasto, hasta ahora ha sido un sinsentido el ver cómo desde la administración se ha intentado favorecer la "sostenibilidad" (me hace gracia el uso tan frecuente de dicho "palabro") en el gasto sanitario.


Siguen dando la matraca con el dichoso "crecimiento sostenible". No se han enterado todavía que no hay sostenibilidad posible en la visión desarrollista que está imperando en nuestras sociedades... (el planeta que habitamos es finito).

Es curioso que estén trasladando a las Universidades españolas el sector de investigación de las farmacéuticas, eso sí, sufragando los costes de estas investigaciones con el erario público, cuando los resultados van directamente a las líneas de producción de las propias farmacéuticas... Todo por el avance del conocimiento, de la Ciencia, y en contra del malo de turno, el germen, la enfermedad que sea..., pero a costa del bolsillo del ciudadano y de su salud.

Joan Ramon Laporte apunta en la entrevista que en los EEUU (tan modernos ellos, tan de "envidiar"), la cuarta causa de mortalidad radica en el uso de fármacos. ¿No nos tendremos que preguntar algo después de leer una frase así? ¿No se ha desarrollado una industria de forma desmedida frente a la necesidad del ser humano de preservar un estado de salud?


¿Qué intereses esconde la Industria Farmacéutica? Ya en otras entradas de este blog habéis podido leer y ver vídeos en los que este tipo de preguntas se pueden responder, con un poquico de sentido común que tengamos. ¿Cómo es posible que el montante que se canaliza a la investigación sea menor que el que se deriva al marketing puro y duro, a la publicidad? En la prensa diaria salen a relucir continuamente noticias sobre cómo se organiza el mundo, desde la perspectiva del tema Salud-enfermedad (para ejemplo, puedes leer este artículo).


Mi posicionamiento es claro en el tema de fondo de esta cuestión: no es necesario utilizar fármacos para vivir de manera saludable. Sí se pueden utilizar (y de hecho yo los utilizaría) en situaciones en las que necesitemos tiempo para actuar de otra manera de cara a favorecer la Sanación de la persona (lo mismo para cirugías, etc). La Medicina convencional que funciona en este sistema que estamos alimentando es especialista en transformar enfermos agudos en crónicos. Paraos un momento y reflexionad sobre ello.


Y dicho esto, añadir que tampoco estoy a favor de estimular el uso (y abuso) de otro tipo de remedios que, con el adjetivo de "naturales", tienen la misma dirección filosófica que el tipo de Medicina que critican (aportar desde el exterior alguna sustancia de la que el organismo "carece"). De hecho, las mismas multinacionales de la Farmacia se han ido apoderando, poco a poco, de empresas que desarrollaban otras líneas, aparentemente más naturales y sanas...

Y es que nuestro cuerpo, esa maravillosa creación, es completo en sí mismo, tiene toda la potencialidad que nos podamos imaginar. El caso es que existe la enfermedad..., como también existe la injusticia. ¿Cómo es posible que esto suceda cuando, en esencia, somos perfect@s por naturaleza?


Estoy convencido de que el ser humano está desenfocando su mirada. Miramos hacia afuera..., cuando lo que debemos sanar está dentro. Vivimos desde una vorágine de pensamientos insanos, de ideas preconcebidas, de condicionantes educacionales, sociales..., que se pierden en la inmensidad de los tiempos..., cuando va y los físicos de vanguardia nos dicen que el tiempo no existe, que todo sucede en el mismo instante...

Me parece de tremendo interés observar cómo la Ciencia (y la Física la considero su vanguardia filosófica) se está acercando en sus postulados a lo que los grandes místicos, los seres iluminados que han recorrido la Tierra en las diferentes épocas nos han dicho y no hemos creído: tod@s somos un@, todo está unido... ¿Dios, Tao, Energía Universal...? Ahí os dejo un primer vídeo de una serie de cuatro en los que Gregg Braden (ya conocido por los lectores de este blog) nos cuenta hacia dónde se dirigen, desde las bases de la propia Ciencia.



Me considero una persona práctica y no me interesa este tipo de disyuntivas entre creencias similares viendo que cada una tiende a "arrimar el ascua a su sardina". Somos seres espirituales. Y punto. Y, por ende, tod@s somos iguales. Todo lo demás es barro, basura, pensamientos limitados y limitantes para quien se basa en ellos.

¿Queremos sanar el mundo, al ser humano? Me parece muy interesante... De hecho, llevo un montón de años en el empeño... Pero, ¿por qué no empezamos por cada un@ de nosotr@s mism@s? Ahí es donde se nos pone el asunto como una cuesta arriba. "Creemos" que es el otro quien tiene que cambiar... Así como creemos, los procesos se producen.


¿Os acordáis de la historia de la cuerda en el camino que el paseante divisó como serpiente? ¿De aquella otra en el que varias personas intentaban describir un elefante solamente tocando una de sus partes?


Es el momento de comenzar a enfocar, de mirar con otros ojos, más en sintonía con el Ser de Luz que subyace dentro de cada un@ de nosotr@s.


Esto nos lleva, de nuevo, al título de esta entrada: ¿qué necesitamos para Sanar? Confianza, Amor, Integridad. Si cambio yo, si yo consigo centrarme, limpiarme de mis propios condicionamientos que favorecen el que me coloque en el mundo desde algo diferente a lo que verdaderamente Soy (y he venido a Ser), el mundo lo veré de otra manera..., será de otra manera. Ahí se produce el "milagro", la Sanación.

Mientras busco mi propio camino, intento mostrar (a las personas que quieren escuchar) algo que puede ayudarnos a ser nosotr@s mism@s, por lo que organizo, de vez en cuando, algunos Cursos en los que se puede aprender a enfocar mejor la vida. Este mismo fin de semana ofrezco uno de ellos ("Curso Básico de Diseño Humano"). Como carta de presentación de este Curso, hoy por la tarde, a las 19h, ofreceré una charlita a las personas que se acerquen al Centro "El Arte de Vivir".



Salud para ti y los tuyos.

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domingo, 24 de octubre de 2010

La Enfermedad como Camino (2)


El 14 de Mayo de este 2010 que estamos pateando, escribí una entrada iniciando una serie de informaciones que nos muestran la necesidad de relacionar la enfermedad con algo más que la rutina de lanzarse al consumo ciego de fármacos para aliviarla...


Ese primer texto tenía como fuente el libro "La enfermedad como camino", y hacía referencia a un artículo de la revista Discovery DSalud. Hoy voy a colocar la segunda parte del escrito. Creo que es un buen punto de partida para comenzar a plantear los síntomas, las enfermedades, como unas entidades que nos muestran algo, que nos hablan en un lenguaje doloroso (pues parece que el ser humano "aprende mejor" por la vía del dolor que por la propia sabiduría de vivir conscientemente) sobre temas a reconducir, a manejar de diferente manera a como lo hacemos en nuestra vida diaria...


Esta actitud ante la enfermedad es la que utilizo diariamente en consulta cuando alguien acude por síntomas o dolencias, y se suele ver claramente la relación entre el diario vivir, pleno de condicionantes externos, y las predisposiciones concretas a enfermar que tenemos cada individuo (gran utilidad la de la Carta Astral para establecer esa relación directa con los síntomas de cada uno). Tod@s tenemos unas zonas donde depositar nuestros nudos de tensión, unas formas características, personales de enfermar..., pero no tod@s los activamos... De ahí el título del este blog, que coincide con el nombre de mi consulta: "El Arte de Vivir".


Para que una persona sane, además de realizar con ella trabajos de Sanación de tipo energético (cualquiera que sea su orientación), es necesario que tenga información de lo que le pasa, que vea la relación directa entre cómo está viviendo y la entidad morbosa que le está afectando (sea o no la propia persona la causante del "chandrío"), y que se "alíe" con su propio Ser para vivir como le corresponde, con las herramientas que cuenta en esta vida (las que, por otra parte, hemos elegido traer...). Aquí he hallado la importante información que maneja Diseño Humano en cuanto a saber cómo articular nuestra vida, de qué manera afrontar los acontecimientos, movernos en la vida...


Ahí va el artículo. Deseo que os dé luz...

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El sistema inmunológico es la base defensiva de nuestro organismo. Reacciona frente a cualquier tipo de partícula extraña al cuerpo que pudiera representar una amenaza para nuestra integridad, sea una bacteria, un virus o cualquier otro tipo de sustancia potencialmente peligrosa.

Ante la más mínima sospecha de invasión, el organismo tiene tres tipos de respuesta. Primero, la anatómica, que constituye la primera línea de defensa y está representada por la piel, las sustancias defensivas de la saliva y los jugos gástricos. Luego, si el agresor -germen o toxina- sobrepasa esa barrera, se encuentra con la segunda línea defensiva: la respuesta inflamatoria, que consiste en un aumento del calor local y una serie de cambios que procuran hacer difícil o imposible la proliferación del “enemigo” viral o bacteriano en el cuerpo. Y, por fin, si todo falla, el organismo cuenta con la respuesta inmunológica, la mas profunda y sofisticada. Respuesta que está centrada en una serie de células de la sangre altamente especializadas -los leucocitos o glóbulos blancos- que actúan en las distintas fases de la respuesta defensiva inmunológica.

La primera fase, la más directa, está representada por los macrófagos y los neutrófilos (dos tipos de leucocito), que actúan como verdaderos soldados de un ejército defensivo persiguiendo, englobando y digiriendo las partículas extrañas -virus y bacterias- con lo que en muchos casos resuelven el problema. Pero los sistemas defensivos del organismo no se limitan a esa acción básica. Una vez que los leucocitos defensivos engullen al virus, partículas de éste son depositadas desde el interior en la superficie de la célula. Partículas a las que se llaman antígenos. Esos antígenos son inmediatamente reconocidos por las células defensivas más sofisticadas de nuestro cuerpo, los linfocitos, encargados de transportar, adaptar y fabricar las sustancias defensivas o anticuerpos, destruyéndolos.

Hay dos tipos de linfocitos: los linfocitos B, responsables de las llamadas inmunoproteínas, que llevan el peso de los sistemas defensivos generales de nuestro organismo y los linfocitos T (originados por la misteriosa glándula timo y de larga vida) que producen antígenos defensivos sólo contra determinadas infecciones; es decir, son más específicos.

LA OPORTUNIDAD DE LA ENFERMEDAD

Todos sabemos que cuando se estropea el mecanismo de una máquina se encienden luces o pilotos de alarma para que tomemos las medidas oportunas para repararla. Pues bien, si aceptamos que el síntoma es una señal de alarma, una luz roja que nos avisa de que es necesario actuar para corregir una disfunción, tendremos que ponernos en marcha para solucionar el problema.

Dicho de otro modo: los síntomas de cualquier enfermedad representan una oportunidad de conocer aquellos aspectos de nuestra vida que no están bien encajados ya que toda dolencia indica que se ha producido una desarmonización en algún nivel y que nuestro cuerpo, a veces con el concurso de elementos externos, está somatizando el conflicto.

El primer paso para la curación, pues, es la aceptación de la realidad. El siguiente sería la oportunidad de hacer un trabajo interior en el que el enfermo deberá realizar un autoanálisis sincero sobre todos los aspectos de su vida a fin de intentar descubrir las desarmonías. Piénsese que cuando la luz de la consciencia ilumina los rincones oscuros de nuestra mente ya no hay marcha atrás. A partir de ese momento es importante identificar y potenciar nuestros propios recursos naturales. Y, en ese sentido, las técnicas encaminadas al control y la generación de pensamientos, el trabajo con nuestras emociones, la capacidad de crear imágenes mediante la visualización, etc., sí serán útiles por tener una incidencia directa sobre el cuerpo físico. Bien, ahora sabemos que nuestras creencias y nuestra actitud influyen en la salud; y puesto que los pensamientos y las actitudes se pueden elegir, elijamos aquellos que nos conduzcan al mantenimiento y conservación de nuestro equilibrio como seres integrales. Ya Buda decía que “somos lo que pensamos”.

TÉCNICAS PARA EL CAMBIO

Hemos de acostumbrar a nuestros pensamientos a trabajar para nosotros, no al contrario. Sabemos que el cuerpo responde a lo que la mente dicta y que a través de pensamientos, sentimientos y emociones producimos efectos fisiológicos directos en nuestro organismo. Pues bien, una de las facultades más poderosas de nuestro cerebro es la de visualizar, es decir, crear imágenes o imaginar. Y todas las personas somos capaces de visualizar aunque debido a la falta de hábito pueda en ocasiones resultar una tarea ardua. Visualizar no es otra cosa que poner imágenes a los pensamientos, es decir, lo que se conoce comúnmente como imaginar, fantasear. Una facultad del hemisferio cerebral derecho. Algo que hacemos -de manera inconsciente- cuando soñamos. Por tanto, todos somos capaces de hacerlo.

Pues bien, está ampliamente contrastado que en el ámbito de la salud la visualización es una herramienta fantástica de curación, de recuperación de la armonía perdida. Y como las técnicas son muchas, cada persona podrá elegir aquella con el que se sienta más cómoda ya que lo que cualquiera de ellas hará es estimular nuestra mente con imágenes de salud, equilibrio y armonía sabiendo que, en la medida en que seamos capaces de mantener esas imágenes el mayor tiempo posible en nuestra mente, estaremos favoreciendo en nuestro cerebro la creación de engramas (figuras que se graban a nivel neurológico gracias a la repetición). Para lo cual puede uno concentrarse en el órgano que manifiesta la enfermedad o en la zona del problema.

¿Fantasía? William Tiller, profesor de Ciencias Materiales en la Universidad de Stanford (EE.UU.), construyó un mecanismo que emitía electrones. Pues bien, en sus experimentos pudo observar que cuando se aplicaban las manos al dispositivo con intención curativa se producía una descarga mucho mayor de electrones. Más tarde constató que con la simple emisión de pensamientos a distancia también se activaban. E incluso que cuando se utilizaba la visualización se producía el mismo efecto. Tras miles de pruebas, Tiller concluyó que ha de existir una energía más allá del espectro electromagnético emitida por los seres humanos que puede activar la liberación de electrones. Energía sutil capaz de transferir información dirigida por la mente, concentrada por la intención, la atención y la visualización. Y que además puede afectar el equilibrio de carga de las membranas celulares y del ADN, y, en consecuencia, recuperar el orden electromagnético favoreciendo la salud de las células vivas.

El médico norteamericano Leonard Laskow, que retomó los experimentos de Tiller, comprobaría posteriormente en su laboratorio que con el uso de la visualización podía inducir una inhibición del crecimiento de células tumorales en cultivos del orden del 80%.

LA RESPIRACIÓN CURATIVA

Igualmente importante es saber que la respiración es vida y otra forma efectiva de inducir cambios fisiológicos para el proceso curativo. En latín se denomina spiritus a “un principio animador que da vida a los organismos físicos”; en chino, la palabra chi tiene dos acepciones: “vida” y “respiración”; para los egipcios, el símbolo del ankh representa “el aliento de la vida”; en sánscrito, se denomina prana a la “fuerza vital”.

No es casualidad. La respiración implica una carga fisiológica de energía que, cuando se concentra y se dirige adecuadamente, puede ser regulada por la mente para trasladar información a una parte del cuerpo. Por ejemplo, visualizando la entrada y salida de aire en una zona específica se observa un aporte energético extra en esa área así como una activación de los campos energéticos que rodean el cuerpo. Por eso una vez activado el órgano o la zona, éste puede reequilibrar su desorden celular.

Otro hecho comprobado es que sosteniendo la respiración en determinados momentos críticos se capta la atención del subconsciente y se produce una resonancia armónica entre la respiración y el cuerpo, lo que produce una disminución del ritmo cardíaco. En otros casos, la respiración impulsiva -inspiraciones y espiraciones breves e intensas- puede facilitar la ruptura de modelos emocionales negativos y favorecer la asimilación de la experiencia traumática. Incluso en el parto natural se recomienda la respiración para mitigar el dolor y concentrar la atención de la madre con el fin de sincronizar sus esfuerzos adecuándolos a los reflejos normales del proceso de alumbramiento.

LA IMPORTANCIA DE LA ACTITUD

Resulta curioso constatar cómo son muchas las personas que esperan de las terapias alternativas o complementarias unos resultados casi instantáneos como el que, por ejemplo, provoca un fármaco contra el dolor. Y las cosas no son así. En primer lugar, porque dependiendo de la dolencia -y, sobre todo, de la gravedad de la misma-, tendremos que utilizar una o varias técnicas terapéuticas para inducir la sanación y asegurarnos de que estamos prestando atención a todos nuestros niveles de manifestación como seres humanos (cuerpo físico, energético, emocional, mental e, incluso, espiritual). El problema es que, acostumbrados a que cuando ingerimos un medicamento éste empieza a dejar notar sus efectos de forma casi inmediata, pensamos que la visualización, la meditación o la relajación van a tener los mismos rápidos efectos. Y la cuestión es mucho más profunda. La medicina tradicional ha tendido históricamente a considerar que alguien ha sanado cuando desaparecen las causas físicas de la enfermedad. Sin embargo, para la Medicina Holística o Integral la sanación no se considera completa hasta que se han erradicado las causas psicológicas y emocionales ya que sólo así estaremos seguros de que no volverá a reproducirse la dolencia. Es decir, lo que realmente pretende es lograr un cambio profundo de la persona, de la forma en que utiliza sus pensamientos, del modo en que maneja sus emociones y de la responsabilidad hacia su propio cuerpo. Cambio de actitud que supone una verdadera transformación en la forma de enfocar la vida. Y, en ese sentido, el handicap principal no son los hábitos adquiridos sino las creencias que hay detrás de cada comportamiento.

Hoy sabemos que la vivenciación intensa de un recuerdo desencadena en el organismo a nivel físico la misma descarga hormonal -y la consiguiente emoción asociada- que cuando se produjo el hecho en el pasado. Luego siendo ello así, rememorando situaciones de felicidad, de plenitud, de gozo, de éxito… estaremos activando a nivel biológico sustancias altamente positivas para nuestra salud. Por contra, el recuerdo de momentos de fracaso, dolor, soledad o angustia provocarán que en nuestro torrente sanguíneo se distribuyan hormonas que nos sumergirán en esas mismas emociones y, como consecuencia, bajará nuestra capacidad de defensa para luchar frente a las posibles agresiones externas (infecciones, virus, bacterias, etc.).

En suma, debe entenderse que el enfoque personal de la vida adquiere una importancia vital cuando hablamos de salud ya que la naturaleza de nuestros pensamientos actúa como un filtro -a veces impermeable- que ayuda o dificulta la curación. Es decir, nuestras creencias -especialmente las más arraigadas- condicionan que un tratamiento -farmacológico o alternativo- funcione o no. Creencias que además condicionan nuestro carácter y nuestro comportamiento en la vida; y, por tanto, nuestra salud.

Pongamos un ejemplo: imagínese a una persona que, admitiendo los beneficios de la relajación, la meditación o la visualización practica alguno de ellos todos los días durante veinte o treinta minutos, visualizando su organismo sano, pletórico de energía y de vida, sintiendo que absorbe energías de mayor vibración que equilibran sus carencias, etc., pero que el resto del día sigue pensando de forma habitual, es decir, desconfiando de los demás, sintiéndose deprimido y pesimista, actuando de forma egoísta… ¿Podrá la media hora de ejercicio de refuerzo positivo contrarrestar los efectos nocivos de los pensamientos que procesa el resto del día? O, lo que es lo mismo, ¿podrá el fármaco correspondiente ayudar a defenderse al organismo de una agresión si el sistema inmunológico del cuerpo está recibiendo la información inconsciente de que esa persona está actuando en contra de su conciencia?

LA TRANSFORMACIÓN CONSCIENTE

“El gusano de seda se pasa la vida comiendo y engordando y no sabe para qué. Un día siente la necesidad de encerrarse en sí mismo y construye una celda con el producto de su esfuerzo, se aísla y no sabe para qué. Un día siente la necesidad de salir de su encierro y, al salir, cree que el mundo ha cambiado y no sabe por qué. Sin embargo, si tuviera un espejo delante sabría en ese momento todos los porqués.”

El cuento precedente es una alegoría perfecta que refleja hasta qué punto la vida es un proceso de transformación en el que todos los acontecimientos fluyen de forma permanente y de cómo cada cosa que nos sucede tiene un significado, un porqué, aunque no logremos en ese instante vislumbrarlo. Algo que corrobora fehacientemente nuestro propio cuerpo en el que cada cierto tiempo se regeneran sus células hasta el punto de que cada siete años todo el organismo es prácticamente nuevo. Ni una sola célula sobrevive a ese plazo salvo las neuronas…; o, al menos, así se creía hasta ahora porque también ese convencimiento empieza a ponerse en entredicho. Como cambian con los años nuestro carácter, nuestras formas de pensar o nuestras actitudes.

Ahora bien, hay un aspecto que nos cuesta mucho más modificar: las creencias. Algo por lo general tan profundamente arraigado en nosotros que se produce casi siempre una fuerte resistencia cuando alguien o algo las pone en cuestión. Resistencia que supone, precisamente, una de las mayores dificultades del ser humano para crecer interiormente. Y es que no somos conscientes de la tremenda programación a la que hemos sido sometidos desde que nacimos, primero por nuestros padres y luego por los maestros en la escuela, el ambiente y la sociedad en la que hemos vivido. Al punto de que las respuestas que damos ahora, como seres adultos, están completamente condicionadas por todo ese bagaje de creencias impuestas.

Creencias tan arraigadas que condicionan por completo nuestra visión de las cosas, nuestros gustos, nuestras percepciones emocionales y psicológicas, y, en suma, nuestra personalidad. Sin embargo, es sólo confrontando nuestras creencias con otras, replanteándonos lo que siempre hemos creído, como podemos avanzar, como podemos percibir otras realidades, como podemos evolucionar y crecer como personas. Única forma de poder realizar una transformación consciente. Transformación que sólo requiere una herramienta, el libre albedrío, imprescindible en el camino evolutivo y que nos faculta para elegir -en todos los ámbitos-, al margen de condicionamientos o creencias.

Y ahí radica la mayor dificultad. Porque “creer” es asumir como ciertas las informaciones recibidas por distintas vías sobre un tema para, inmediatamente, convertirse en verdades. Es decir, las creencias, en general, están exentas de lógica y suelen asentarse en el inconsciente colectivo hasta que son sustituidas por otras con mayor carga racional. En ese sentido, vienen a conformar una especie de plantillas o esquemas mentales a través de las cuales discurren nuestros pensamientos y vemos la realidad. Por eso cuando cambiamos el esquema mental, es decir, cuando modificamos la “plantilla”, cambia inmediatamente la realidad de la persona. Algo de mucha importancia en el ámbito de la salud. Porque hoy se sabe que si en lugar de creer que sufrimos procesos degenerativos creemos que nuestro cuerpo se renueva a cada instante, que hay una inteligencia innata que se ocupa de mantener la vida, que nuestras células llevan impresa la orden de supervivencia, estaremos infundiendo en nuestro cuerpo un mensaje de equilibrio y salud. Y, sobre todo, no habrá en nuestro interior miedo, la emoción más nociva de todas porque ataca directamente a esa orden de supervivencia inscrita a nivel genético de la que hablamos.

De ahí que ser conscientes de nuestros procesos físicos, emocionales y mentales redunde de inmediato en una mejoría de la salud. Así lo demostraron, entre otros, los experimentos de laboratorio realizados por el prestigioso médico Deepak Chopra en la Facultad de Medicina de la Universidad de Boston y en la Asociación de Medicina Ayurvédica de Lancaster, Massachusetts, según los cuales todas las funciones supuestamente involuntarias -regidas por el inconsciente- del cuerpo, como el latido del corazón, la respiración, la digestión, la temperatura corporal, las secreciones hormonales, etc., pueden ser también reguladas conscientemente mediante la biorrealimentación, un proceso de toma de consciencia muy sencillo basado en técnicas de meditación.

Algo comprensible si tenemos en cuenta que si la energía mental coordina el orden electromagnético de la energía vital y ésta a su vez mantiene el orden a nivel celular, cuanta más coherencia haya en la emisión de pensamientos mayor será el aporte energético que recibirá nuestro cuerpo físico, lo cual redundará en beneficio de nuestra salud.

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Salud para ti y los tuyos.

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lunes, 11 de octubre de 2010

La Reconexión


Echando un vistazo hacia atrás en mi vida, puedo observar que he ido avanzando en la comprensión del Ser Humano; y, en mi faceta profesional, como médico, también. Y si tuviera que definir el cauce por el cual se ha desarrollado este avance, no me resultaría difícil denominarlo con una palabra: la simplicidad.


Cada vez he empleado menos herramientas externas (agujas de acupuntura, filtros de color, procesos densamente protocolizados...)..., hasta que a comienzos de 2008 me llegó el proceso de La Reconexión, con su vertiente sanadora (marca registrada por el quiropráctico yankee Eric Pearl).


Ya he descrito en otra entrada de este blog en qué consiste lo que llamo Sanación. Esta vez voy a intentar explicar mi vivencia de la Reconexión.


Así como en Sanación la posición del sanador es de puro enlace, una interacción neutra con el sistema energético de la persona, a través de la cual este "Sistema" (yo le llamo así) es quien dirige el proceso, mostrándole al individuo una serie de cuestiones (con percepciones o sensaciones variopintas) y reencauzándolas hacia una vía de mayor equilibrio, en la Reconexión la actitud es diferente: el facilitador de la Reconexión activa concreta y específicamente una serie de puntos y trazados energéticos en el individuo de cara a establecer esa "Conexión" con la estructura energética del planeta y, por ende, con el Universo...


La Reconexión sólo es necesario realizarla una vez en la vida (aunque no hay problema alguno en realizarla las veces que uno quiera), y se desarrolla en dos días consecutivos (debe haber una noche de por medio, para que el inconsciente "repase" lo realizado durante el día) en sesiones de una hora escasa en las que, además de explicarle a la persona a grandes rasgos lo que se va a realizar, se le hace tumbar relajadamente sobre un cómodo sofá (doy fe de que las personas, luego, no quieren separarse de él, je-je).


Durante el ejercicio de la Reconexión, la persona puede percibir cualquier tipo de sensación (la variedad de relatos es inagotable)..., o ninguna. En mi caso, cuando Alessandro Di Masi (en aquellas fechas, mano derecha del "Boss" en España) me la hizo, sólo noté una relajación similar a la que se puede notar en cualquier otro ejercicio o en un momento de descanso, de reposo... No hay que esperar "fuegos artificiales" ni un contacto íntimo con la Divinidad en la que cada cual crea.



Tras el propio ejercicio de Reconexión, le suelo pedir a la persona que comente sus vivencias durante el desarrollo del mismo, tras lo cual, le aconsejo que no coloque ninguna expectativa sobre lo realizado y que permanezca atento a la vida, que es de lo que se trata...


Al día siguiente, tras una breve entrevista de recibimiento, se realiza la segunda fase de la Reconexión: se activan los mismos puntos y líneas del día anterior, y se continúa con el cierre del proceso. Tras el posterior comentario de la persona sobre lo vivido durante el ejercicio, le indico que siga sin colocar expectativas sobre lo realizado y que ahora, lo que corresponde es que esté atento a la vida..., nada más.


La pregunta que aparece en ese momento, si no se ha planteado ya anteriormente, es: ¿qué voy a notar, qué voy a sentir diferente a lo que es mi vida cotidiana? Respuesta clara y rotunda: no lo sé. Lo que sí sé es que, al tiempo, las personas "reconectadas", al volver su mirada atrás, han podido darse cuenta de que ha habido cambios sustanciales en su vida..., pero cada cual vive los suyos y en su momento.


"Hice algo a lo que no me había atrevido a lanzarme con anterioridad", "mi vida la he visto clara", "soy diferente", "he dejado ese trabajo que no me gustaba", "ha aparecido la oportunidad de mi vida"... Cada cual lo vivirá según su propia situación, pero lo que se aprecia es que todas las personas viven (vivimos) con una mayor consciencia, una atalaya que les (nos) permite darnos cuenta de cosas que suceden delante de nuestras narices..., y nos dan pie para posicionarnos ante ellas... Luego, lo que cada uno haga es resultado de su propia libertad de albedrío, de su propia decisión.


¿Qué ocurre cuando una persona está muy descolocada en la vida y se hace la Reconexión? Pues también puede suceder cualquier cosa: desde constatar un "vuelco" en su vida..., a no notar nada, absolutamente nada. Entonces, ¿no siempre actúa, no siempre es eficaz la Reconexión? Lo que puede ocurrir es que la persona debe ocuparse un poco más de sí mism@, centrarse un poco más, ir buscando su senda de crecimiento..., y es entonces cuando aquella Reconexión que, aparentemente, fue infructuosa, empieza a "actuar".



Algo que suele producir un rechazo inicial en las personas al plantear el tema de la Reconexión, es el tema económico: cuesta 333€ en Europa (333$ en EE.UU.). Se trata de una cifra suficientemente elevada como para echar atrás a las personas no totalmente convencidas sobre su intención de "reconectarse". Es una cifra que tiene un valor numerológico resonante con los "Maestros Ascendidos" y que está estipulada (como marca registrada que es La Reconexión) como el "intercambio justo".


También existe la posibilidad de utilizar esa frecuencia 333 pero colocando una "," entre medio del número (33,3 ó 3,33) en casos especiales (menores, allegad@s...) junto con la necesidad de equilibrar el intercambio justo con algún servicio "en especias". Como ejemplo, os puedo decir que hace unas fechas me pidió La Reconexión uno de mis hijos adolescentes (19 años). Su justo pago fue 33,3€ y unos trabajos en el jardín que le hacen invertir horas de su tiempo con cierto esfuerzo personal (ánimo, que ya te falta poco...).


(Este párrafo lo estoy escribiendo en Noviembre de 2011) Desde mi actual manera de concebir el trabajo y su valoración, he determinado dejar de usar esa tarifa fija de 333€ y pasar a valorarlo como el resto de mi trabajo en consulta, buscando la reciprocidad con la justa compensación por parte de la persona que reciba la Reconexión.

De todas formas, estando convencido como lo estoy de la utilidad de esta herramienta, no estoy muy en resonancia con la forma mercantilista con la que se está distribuyendo por el mundo, pues los seminarios son "a doblón", al estilo más puramente americano... En fin, me quedo con la esencia pero no con el actual envoltorio.


A partir de ahí, como siempre, cada un@ con su experiencia...


Salud para ti y los tuyos.

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jueves, 9 de septiembre de 2010

Ho'oponopono


Últimamente, como podéis comprobar, no actualizo el blog con la frecuencia que lo hacía. Hay varios frentes donde enfocar la energía... y, poco a poco, cuando vayan pasando estas fechas, imagino que vendrá de nuevo la rutina (para mí, una gran aliada).

Mientras tanto, voy a compartir con vosotros una grabación que me envió el amigo Carlos (gracias y felicidades por tu cumpleaños) hace ya algún tiempo. Se trata de un mensaje que tiene de fondo el "Ho'oponopono", un sistema de vida que viene de tierras hawaianas, y rezuma un montón de Sabiduría Ancestral.


Como el propio audio (de unos 10 minutos) lo explica muy bien, no digo nada más. Disfruta.

Meditación Ho'oponopono

He visto que se distribuye en la red, libremente, un libro en formato ".pdf" sobre Ho'oponopono. Aquí puedes enlazarlo y te lo puedes bajar.

Salud para ti y los tuyos.

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viernes, 9 de julio de 2010

Sanación


Aunque la mayor parte de vosotr@s podéis ya saber a qué me dedico profesionalmente (en mi perfil podéis leer Médico / Sanador / Facilitador) y cuáles son mis intereses (colaborar en el despertar del ser humano), voy a explicar un poco más detenidamente el aspecto más práctico de todo esto en mi consulta diaria.

Cuando viene una persona por primera vez a mi consulta (sea por el tema que sea: un síntoma físico, un dolor emocional, dudas existenciales), le propongo construir la base de un proceso, el de su autoconocimiento. Para la construcción de esta base sólo son necesarias 2 ó 3 visitas.

La continuación o no en este proceso, más allá de estas visitas iniciales, ya sólo depende de la propia persona, pues considero imprescindible lograr que cada ser humano se haga plenamente responsable de su estado de salud o de enfermedad... Mi opinión personal es que a todos nos vendría muy bien un punto de reajuste, un pase por el taller, un mantenimiento, de vez en cuando.

Es habitual ver cómo los terapeutas al uso (y yo también lo hacía anteriormente) son los que deciden acompañar en el viaje de las personas, arrogándose la facultad de decidir cuándo citar o ver a las personas en una nueva consulta. Esto es verdaderamente real en las consultas con psicólogos o psicoanalistas de diversas orientaciones. En la práctica, considero que están apropiándose de la facultad del individuo a elegir el punto y la frecuencia en que considere necesario ese acompañamiento...

Tras este inciso aclaratorio, decir que el proceso de Sanación comienza en el mismo instante en el que una persona llama por teléfono o decide acudir a consulta. Ya se establece una interacción entre el Sistema energético de la persona y su proceso de Sanación, de reequilibrio. Pues es eso de lo que se trata, precisamente: instaurar un punto de mayor equilibrio en los diferentes planos de la persona (cuerpo físico, cuerpo etérico o energético, cuerpo emocional, cuerpo mental y los diversos cuerpos más sutiles: cuerpo causal, espirituales...) y entre los diferentes planos mencionados.

Ya en consulta, tras una breve entrevista de acogida, la persona se tumba en un cómodo sofá en una posición prácticamente horizontal, y se dispone a recibir la Sanación. Durante aproximadamente 30 minutos, se realiza una interacción energética entre mi Sistema energético y el de la persona tumbada. En ese tiempo, la persona debe estar atenta a lo que vaya sucediendo, intentando mantenerse en una actitud de escucha permisiva con cualquier realidad que se le dé vivir (tanto venga agradable, extraña o incluso desagradable).


¿Qué es lo que se desencadena? Pues que el propio Sistema energético de la persona comienza a "moverse", a "decir" cosas, a través de sensaciones, percepciones de cualquier catadura (movimientos viscerales, tics, hormigueos, oleajes de energía, luces de colores, sensaciones emocionales, imágenes...). Yo no sé hacia dónde va a "dirigirse" el proceso de Sanación, pues es el propio Sistema energético de la persona quien determina sus prioridades y va a mostrar la realidad que necesita ser identificada (por la persona) y él mismo va a reconducirla hacia una posición de mayor equilibrio. Siempre sucede de la misma manera... La consecuencia de este proceso es, sin duda alguna, un estado de mayor bienestar.

Una vez finalizado el momento de la Sanación (la fase del sillón, quiero decir), le pido a la persona que describa aquellas sensaciones que le hayan llamado la atención y quiera compartir. No se trata de analizar lo percibido sino, simplemente, de hacerlo consciente.

A continuación, para ayudarle a la persona, para que posea más información sobre sí mism@ de cara a cuando, en su vida cotidiana, le toca tomar decisiones, actuar, elegir..., le doy una serie de informaciones sobre las herramientas que posee, a través de la Carta Astral y el Diseño Humano.

Esto son sólo datos que la persona debe escuchar (cuanto más atent@ mejor) pero no se le pide que tenga fe ciega, que crea como dogma de fe, en aquello que se le va diciendo. Se le indica a la persona que sea luego él/ella mism@ quien explore abiertamente con esas herramientas hasta que pueda comprobar, por sí mism@, la validez de tales informaciones. Sólo deben tomarse, en un principio, como meros puntos de referencia a la hora de vivir, hasta que la persona comienza a gestar su propia sabiduría en lo cotidiano.

Un primer encuentro dura entre 2 horas y media y 3 horas, dado que se expone el Diseño Humano de la persona ampliamente, como si fuera un escaparate. Los siguientes encuentros duran alrededor de hora y media. Si la persona decide en algún otro momento hacer uso de la consulta, ya la información la dirijo hacia el contenido de su Carta Astral, para ver en qué escenario de la vida de la persona es necesario que enfoque su atención: allí veremos qué arquetipos de energía planetaria comienzan a bailar..., y veremos, a la luz de su Diseño Humano (ya, al menos, teóricamente asimilado) cómo sería la mejor manera de vivir ese movimiento planetario.

Hay personas que están interesadas en recibir sólo este segundo aspecto de las visitas, el enfoque de las herramientas en su vida (la descripción de su Diseño Humano), y para ello he organizado una manera de establecer contacto vía blog-correo electrónico, y a través de un servidor de internet, le envío por correo electrónico un enlace a un archivo sonoro en el que describo la herramienta de la persona. Así, la persona interesada puede descargarlo en su ordenador y oírlo todas las veces que lo desee.

En una siguiente entrada, describiré el fenómeno de la Reconexión.

Salud para ti y los tuyos.

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miércoles, 3 de marzo de 2010

La Abuela Margarita


Ayer recibí de mi querida Raquel (gracias) una de esas entrevistas interesantes que edita La Vanguardia en su contraportada bajo la rúbrica de la periodista Ima Sanchís. Aunque salió a la luz hace ya casi cinco años (28 Abril de 2005), su contenido (la Sabiduría ancestral) es algo que no sufre los efectos de la caducidad. Espero que nos haga reflexionar.

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Cuando quiero algo, me lo pido a mi misma.

"Yo no conozco dicha más grande que reconocerme en los demás, quizás esa es, para mi, la única inmortalidad digna de fe". Eduardo Galeano.

Ima Sánchez. Publicado en "La Contra", diario La Vanguardia


La Abuela Margarita, curandera y guardiana de la tradición maya, se crió con su bisabuela, que
era curandera y milagrera. Practica y conoce los círculos de danza del sol, de la tierra, de la luna, y la búsqueda de visión. Pertenece al consejo de ancianos indígenas y se dedica a sembrar salud y conocimiento a cambio de la alegría que le produce hacerlo, porque para sustentarse sigue cultivando la tierra. Cuando viaja en avión y las azafatas le dan un nuevo vaso de plástico, ella se aferra al primero: 'No joven, que esto va a parar a la Madre Tierra'. Rezuma sabiduría y poder, es algo que se percibe con nitidez. Sus rituales, como gritarle a la tierra el nombre del recién nacido para que reconozca y proteja su fruto, son explosiones de energía que hace bien al que lo presencia; y cuando te mira a los ojos y te dice que somos sagrados, algo profundo se agita.

Ella nos dice: 'Tengo 71 años. Nací en el campo, en el estado de Jalisco (México), y vivo en la montaña. Soy viuda, tengo dos hijas y dos nietos de mis hijas, pero tengo miles con los que he podido aprender el amor sin apego. Nuestro origen es la Madre Tierra y el Padre Sol. He venido a la Fira de la Terra para recordarles lo que hay dentro de cada uno.'

-¿Dónde vamos tras esta vida?
-¡Uy hija mía, al disfrute! La muerte no existe. Las muerte simplemente es dejar el cuerpo físico, si quieres.

-¿Cómo que si quieres…?
-Te lo puedes llevar. Mi bisabuela era chichimeca, me crié con ella hasta los 14 años, era una mujer prodigiosa, una curandera, mágica, milagrosa. Aprendí mucho de ella.

-Ya se la ve a usted sabia, abuela.
-El poder del cosmos, de la tierra y del gran espíritu está ahí para todos, basta tomarlo. Los curanderos valoramos y queremos mucho los cuatro elementos (fuego, agua, aire y tierra), los llamamos abuelos. La cuestión es que estaba una vez en España cuidando de un fuego, y nos pusimos a charlar.

-¿Con quién?
-Con el fuego. 'Yo estoy en ti', me dijo. 'Ya lo sé', respondí. 'Cuando decidas morir retornarás al espíritu, ¿por qué no te llevas el cuerpo?', dijo. '¿Cómo lo hago?', pregunté.

-Interesante conversación.
-'Todo tu cuerpo está lleno de fuego y también de espíritu -me dijo-, ocupamos el cien por cien dentro de ti. El aire son tus maneras de pensar y ascienden si eres ligero. De agua tenemos más del 80%, que son los sentimientos y se evaporan. Y tierra somos menos del 20%, ¿qué te cuesta cargar con eso?'.

-¿Y para qué quieres el cuerpo?
-Pues para disfrutar, porque mantienes los cinco sentidos y ya no sufres apegos. Ahora mismo están aquí con nosotras los espíritus de mi marido y de mi hija.

-Hola.
-El muertito más reciente de mi familia es mi suegro, que se fue con más de 90 años. Tres meses antes de morir decidió el día. 'Si se me olvida -nos dijo-, me lo recuerdan'. Llegó el día y se lo recordamos. Se bañó, se puso ropa nueva y nos dijo: 'Ahora me voy a descansar'. Se tumbó en la cama y murió. Eso mismo le puedo contar de mi bisabuela, de mis padres, de mis tías…

-Y usted, abuela, ¿cómo quiere morir?
-Como mi maestro Martínez Paredes, un maya poderoso. Se fue a la montaña: 'Al anochecer vengan a por mi cuerpo'. Se le oyó cantar todo el día y cuando fueron a buscarle, la tierra estaba llena de pisaditas. Así quiero yo morirme, danzando y cantando. ¿Sabe lo que hizo mi papá?

-¿Qué hizo?
-Una semana antes de morir se fue a recoger sus pasos. Recorrió los lugares que amaba y a la gente que amaba y se dio el lujo de despedirse. La muerte no es muerte, es el miedo que tenemos al cambio. Mi hija me está diciendo: 'Habla de mí', así que le voy a hablar de ella.

-Su hija, ¿también decidió morir?
-Sí. Hay mucha juventud que no puede realizarse, y nadie quiere vivir sin sentido.

-¿Qué merece la pena?
-Cuando miras a los ojos y dejas entrar al otro en ti y tú entras en el otro y te haces uno. Esa relación de amor es para siempre, ahí no hay hastío. Debemos entender que somos seres sagrados, que la Tierra es nuestra Madre y el Sol nuestro Padre. Hasta hace bien poquito los huicholes no aceptaban escrituras de propiedad de la tierra. '¿Cómo voy a ser propietario de la Madre Tierra?', decían.

-Aquí la tierra se explota, no se venera.
-¡La felicidad es tan sencilla!, consiste en respetar lo que somos, y somos tierra, cosmos y gran espíritu. Y cuando hablamos de la madre tierra, también hablamos de la mujer que debe ocupar su lugar de educadora.

-¿Cuál es la misión de la mujer?
-Enseñar al hombre a amar. Cuando aprendan, tendrán otra manera de comportarse con la mujer y con la madre tierra. Debemos ver nuestro cuerpo como sagrado y saber que el sexo es un acto sagrado, esa es la manera de que sea dulce y nos llene de sentido. La vida llega a través de ese acto de amor. Si banalizas eso, ¿qué te queda? Devolverle el poder sagrado a la sexualidad cambia nuestra actitud ante la vida. Cuando la mente se une al corazón todo es posible. Yo quiero decirle algo a todo el mundo…

-¿...?
-Que pueden usar el poder del Gran Espíritu en el momento que quieran. Cuando entiendes quién eres, tus pensamientos se hacen realidad. Yo, cuando necesito algo, me lo pido a mí misma. Y funciona.

-Hay muchos creyentes que ruegan a Dios, y Dios no les concede.
-Porque una cosa es ser limosnero y otra, ordenarte a ti mismo, saber qué es lo que necesitas. Muchos creyentes se han vuelto dependientes, y el espíritu es totalmente libre; eso hay que asumirlo. Nos han enseñado a adorar imágenes en lugar de adorarnos a nosotros mismos y entre nosotros.

-Mientras no te empaches de ti mismo.
-Debemos utilizar nuestra sombra, ser más ligeros, afinar las capacidades, entender. Entonces es fácil curar, tener telepatía y comunicarse con los otros, las plantas, los animales. Si decides vivir todas tus capacidades para hacer el bien, la vida es deleite.

-¿Desde cuándo lo sabe?
-Momentos antes de morir mi hija me dijo: 'Mamá, carga tu sagrada pipa, tienes que compartir tu sabiduría y vas a viajar mucho. No temas, yo te acompañaré'. Yo vi con mucho asombro como ella se incorporaba al cosmos. Experimenté que la muerte no existe. El horizonte se amplió y las percepciones perdieron los límites, por eso ahora puedo verla y escucharla, ¿lo cree posible?

-Sí.
-Mis antepasados nos dejaron a los abuelos la custodia del conocimiento: 'Llegará el día en que se volverá a compartir en círculos abiertos'. Creo que ese tiempo ha llegado


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Salud para ti y los tuyos.

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